Atrayendo la Atención

Las personas en el vestíbulo observaban cómo los tres salían por la puerta, con los brazos entrelazados, y se desataban los rumores.

—Oye, ¿no es ese el joven de las noticias? —preguntó alguien.

—Sí. ¿No estaba en el hospital en condición crítica? —comentó otro.

—¿Qué? Yo escuché que había muerto de un amigo mío que trabaja en el CHUM.

—Qué tonterías te ha contado tu amigo. Yo escuché que estaba en coma de una enfermera del hospital Boudreau en la costa norte.

—¿Cómo va a saber ella eso? Solo los súper VIP pueden conseguir una habitación ahí.

—Despierta, imbécil. ¿No ves sus ropas? ¿Su comportamiento? ¿La mujer en sus brazos? ¿Cómo puedes pensar que no es un súper VIP?

—¡Shh! ¡Está pasando por aquí! —advirtió uno.

Alex podía oírlos a todos desde el momento que empezaron a charlar, su audición era mucho más aguda que la de la mayoría ahora, pero permaneció en silencio.

—Que imaginen lo que quieran. De todos modos, todos están equivocados. —pensó para sí mismo.