Desde que Atenea aceptó guiarlos, el resto de la conversación fue mucho más directa, con Kary explicando en qué se estaban metiendo.
Atenea parecía cautivada por la idea de probar sus capacidades en este lado del velo, en algo más que objetivos inmóviles. Casi demasiado emocionada, para ser justos.
Alex no estaba seguro de cuándo llegarían, ni en qué aeropuerto aterrizarían, por lo que no pudo darle esos detalles, pero se aseguraron de informarle todo lo que pudieron.
Al final, no fue una llamada larga, ya que Atenea tenía problemas para entender algunos detalles que intentaban explicarle.
La barrera del idioma les estaba dificultando mucho, lo cual ya era una desventaja, pero no poder compartir con ella las imágenes que tenían para ayudar a explicar, fue su perdición.