Terminando su comida

El resto de su almuerzo se llevó a cabo en un incómodo intento de actuar con normalidad y Kary solo podía sacudir la cabeza en una decepción cómica, ya que todos en la sala demostraron por qué no eran actores, salvo ella y Killian.

Sus muchas horas frente a las cámaras, como jugadores profesionales, los habían llevado a tener un cierto grado de habilidad para actuar. No siempre podías actuar como te sentías cuando los ojos de millones estaban puestos en ti.

Jun-Seo continuó sirviéndoles con su eterna sonrisa, como si nada hubiera sucedido, lo cual era prácticamente lo único que podían desear de ese pobre intento de normalidad.

Una vez saciados, tanto de comida como de bebida, llegó el momento de que el grupo pagara.

—Yo invito esta vez, si no les importa. Considérenlo como un agradecimiento por haber cortado algo que me ha molestado toda la vida —ofreció Killian.

—No, déjame a mí —intervino Liu Yan.