Ya le habían contado a William todo lo que encontraron, y no había mucho que decir de todos modos. Ese lugar estaba lleno de montones de maestros, muchas trampas y defensas infernalmente fuertes.
En el momento en que lo vieron usando su sentido espiritual, se sorprendieron con la extraña e intimidante sombra que lo envolvía. Sin embargo, él les dijo que no era nada, después de escuchar su descripción y pensamientos al respecto.
—No se puede construir de la noche a la mañana... Esto debe haber sido construido poco después de la expansión de la ciudad —murmuró William mientras sabía lo difícil que sería esta batalla.
—¿Hay algún punto débil allí? ¿Un lugar que podamos usar para entrar? —Él podía decir lo peligrosa que era esa trinchera. Intentar cruzarla era inútil, e incluso si fuera posible, llevaría mucho tiempo y muchas pérdidas hacerlo.
Tenía que pensar en otra forma de lidiar con esto, una debilidad que pudiera explotar sin importar qué.