Cuando se añadió el feroz poder de las ballestas, las cosas se salieron de control para los enemigos.
Cada perno explotó y surgió un enorme pilar de fuego. No solo eso, sino que la onda expansiva que brotaba de él era lo suficientemente fuerte como para alejar a todos los enemigos en un área grande, haciendo imposible que alguien se acercara a esa zona durante muchos minutos.
Con ese apoyo saliendo al escenario, las cosas se volvieron mucho más fáciles para Pereza y su puñado de equipos seleccionados para asegurar un camino para los maestros entrantes desde el exterior.
—¡Eso no fue todo! Algunos de los maestros apuntaron sus ballestas hacia el ejército entrante de monstruos desde lejos. Los monstruos aún estaban a gran distancia, separados por montañas y colinas. Pero con tales explosiones feroces, las rutas ya establecidas se bloquearon por toneladas de rocas, cayendo de las montañas y colinas alrededor.