Era difícil lograr tal hazaña, prácticamente imposible a los ojos de los maestros experimentados. No era solo el problema de conocer las técnicas de los demás, ni el problema de desarrollar una gran técnica a partir de las suyas, sino el problema de sincronizar sus poderes al mismo ritmo, liberando el mismo nivel de poder al mismo tiempo, sin arruinarlo.
Era prácticamente imposible, pero para William no lo era. Él era quien controlaba todo esto y sabía cómo controlar todo a la perfección.
Por no mencionar que todo estaba relacionado con él, y eso significaba que luchaba como si estuviera luchando con sus clones o algo así.
Las explosiones que aterrizaban allí hicieron que todos se centraran más en esa área, incluso los monstruos dejaron de venir, dejaron de correr hacia ellos y se enfocaron en esa fuerza aterradora.