¡Esto va de una manera, a mi manera!

Sus palabras cayeron, y todo el lugar quedó bajo un pesado silencio. Si alguno de ellos hubiera escuchado estas palabras antes, se habrían reído de él. Pero ahora, después de ver lo aterradoras que eran estas Artes Místicas, era comprensible que se sintieran impactados y aterrorizados.

Sabían que William no estaba fanfarroneando, no estaba bromeando, ni engañando. Sabía lo que estaba haciendo y tenía la ventaja al adentrarse en un terreno desconocido para ellos, y aún así podía impactar en todas sus vidas.