Feliz Navidad

—¿Vamos a salir de fiesta? —Angélica aún estaba apegada a la fiesta que experimentó antes. Se divirtió mucho en ese entonces, y desde esa fiesta quería tener una todos los días.

—No, vamos a jugar un juego diferente —William sabía que ella podría haber sido un monstruo aterrador y formidable antes, pero ahora actuaba como una niña.

—¿Un juego? ¡Me encantan los juegos! —como esperaba, en el momento en que dijo esto, sus ojos brillaron más.

—Jajaja, estoy seguro de que el tipo de juegos del que está hablando es totalmente diferente al que tienes en mente —Tomás no pudo evitar reírse, sacudiendo la cabeza, mientras William permanecía tranquilo.

—Mientras sea un juego, estoy dentro —Angélica no captó la insinuación y la amable advertencia de Tomás, y pronto se dio cuenta de que el juego que tenía en mente era totalmente diferente de lo que William planeaba e intentaba para ella y los otros dos.