—Jajaja, te lo dije ya, no me interesan las viejas, sin ofender, jajaja —William tomó sus palabras como una broma, se rió antes de añadir—. Sólo quiero a estas dos…
—¡Y no conseguirás a ninguna de ellas! —la madre de Sara soltó sin demora—. Este no es un trato en el que me conformaré…
—¿Necesitas ser el Jefe del Palacio o no? —de repente, William lanzó esta bomba sobre su cara, haciendo que su semblante cambiara de inmediato.
—¡Hmm! ¡Como si supieras de lo que estás hablando!
—Lencería, la líder legendaria de tu palacio no es alguien que no conociera —la sonrisa de William se amplió mientras seguía hablando—. Quieres su trono, pero no puedes. Te entiendo; no es una tarea simple de hacer. Un fracaso significa muerte, y nadie nunca tocó un solo cabello suyo, ni siquiera los maestros más fuertes en ese mundo, ¿verdad?
—Mmm, no puedo decir que hayas mentido hasta ahora, aún así…