—El lugar allí es muy complicado y vasto, nos llevará más tiempo y más mano de obra hacerlo —miró a Anjie, la más experimentada del pequeño grupo al manejar tales procedimientos.
—Eso es cierto —Anjie coincidió con Sara en un raro momento—, necesitamos maestros para ayudarnos. Y lo último que queremos es tardar demasiado y crear agujeros en nuestras defensas.
No necesitaba decir más, ya que las otras chicas comprendieron lo que quiso decir. Estaban tratando de resolver un problema, no crear más problemas en su lugar.
Comenzaron a discutir más sobre cuántos maestros deberían tener, quién partiría para esta tarea y quién iba a quedarse aquí defendiendo el pueblo.
Al final, acordaron que Sara y Berry no podían salir del pueblo. Parecían ser los principales objetivos para la madre de Sara, y sería una locura dejarlas salir sin una defensa adecuada.