William No Está Faroleando

William inspeccionó el anillo, y como esperaba encontró lo que quería allí. Era una muñeca, pequeña de tamaño, de color negro, con características que se parecían a la madre de Sara. Este era un tótem secreto que ella había inventado usando la guía de un pergamino. Ella encontró este pergamino en un sitio antiguo, y los rumores decían que no moriría a menos que esta muñeca se rompiera. William no podía saber si esta muñeca era única, o si había muchas otras muñecas que ella había creado. Pero para él, tener esta muñeca equivalía a poner sobre ella una técnica de debilidad, o una maldición.

—Ahora estamos bien, ¿verdad? —La madre de Sara miró a William de una manera extraña—. Sin embargo… si demuestras estar equivocado, ¡juro que no pararé hasta que me corten la mano de tu cuerpo!

—No hay necesidad de pensar de esta manera —William sonrió malvadamente—; para mí, eres una tremenda ficha que logré conseguir, ¡jajaja!

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