Ciudad de Astarto

Ciudad de Astarto, en un despacho ordenadamente decorado.

—¿Crees que vendrá? —Al decir esto, Alfaera miró a Tristán con una leve incertidumbre—. Después de todo, la última vez que le pedimos que viniera a ayudar a defender de una marea de monstruos, lo ignoró.

—Más bien los mensajes que le enviamos en ese momento no fueron recibidos —respondió Tristán, soltando un leve suspiro después de eso—. Afortunadamente, después descubrimos que el Gremio de Herreros le había dado una misión especial en ese momento.

—Sin embargo, si yo descubriera que él... —Justo cuando el hombre llegó a esta línea de pensamiento, Tristán se detuvo un momento antes de decidir no continuar más.

Sacudiendo la cabeza, luego le dio a Alfaera una sonrisa tranquilizadora, aunque no estaba seguro de si el objetivo de esa tranquilidad era realmente ella.