—¿De veras? —Myst soltó una risita débil ante esas palabras, adentrándose en el taller hacia donde se encontraba Valyr—. ¿Alfaera te avisó que venía a verte? ¿O te lo dijo Tristán?
—Que yo sepa, Tristán todavía está descansando después de haber estado velando por mí un par de días —Valyr negó con la cabeza en respuesta—. En cuanto a Alfaera, no me envió un mensaje de que venías al Gremio de Herreros a encontrarme.
Ante esas palabras, una pizca de confusión apareció en el rostro de Myst. —Entonces, ¿a qué te referías con lo que dijiste antes?
Afortunadamente, justo cuando hizo la pregunta, se percató del conjunto de armadura negro y verde al lado del joven, sintiendo inmediatamente que estaba hecha para ella.