Al Imperio

—...Cuídense mientras no esté —soltó un suspiro bajo al dejar el ayuntamiento por última vez, Valyr echó un breve vistazo al trío dentro del salón antes de desviar su mirada hacia sus alrededores actuales.

Viendo que no estaba seguro de cuándo podría volver al lugar donde toda su travesía comenzó, el joven decidió grabar cada pedacito de la vista ante él en su memoria, tomándose su tiempo para hacerlo.

Aunque, para cuando terminó, no pudo evitar dejar escapar otro suspiro, recordando los recuerdos que había formado en Astarto durante sus primeros días.

Repasando esos diversos recuerdos uno por uno, Valyr eventualmente comenzó a sonreír y a reír entre dientes, sus pensamientos habían cambiado a los sucesos recientes.