Paradoja de la Existencia

—Woah.

Justo unos momentos antes de su eventual encuentro, Ataraxia entró en la Forja de los Comienzos con asombro e interés en sus ojos.

Después de todo, había estado esperando que la tienda abriera desde hace bastante tiempo. Aparte de eso, aún tenía que esperar alrededor de una hora más o menos antes de poder entrar realmente en ella.

Reflexionando sobre la razón por la cual la espera para entrar en la Forja de los Comienzos era tan larga, al joven no le llevó mucho tiempo obtener su respuesta al ver varios artículos.

Desde pociones que presumían efectos mucho más fuertes que las otras con las que se había encontrado, hasta armas y piezas de armadura que presumían estadísticas mucho mayores que incluso las usadas por aquellos con los que se encontraba en los suburbios, Ataraxia supo de inmediato…

Que había llegado al lugar correcto para gastar su dinero.