¡Whoosh!
Similar a la sensación que experimentó cuando Adán cambió su cuerpo al de su verdadero yo, Valyr sintió como si toda la fuerza en su cuerpo estuviera siendo sifonada a algún lugar lejano, haciéndole pensar que sería imposible reclamar tal fuerza en el futuro.
Sin embargo, cuando sintió que no quedaba fuerza en su cuerpo, olas y olas de fuerza comenzaron a recorrer por todo su cuerpo de repente, cada ola portando un sabor con el que se había vuelto más que familiar en los últimos años en Veldanyr.
Mientras eso sucedía, las diversas partes que componían todo su cuerpo comenzaron a cambiar a otra forma, permitiendo que más fuerza emergiera de las profundidades de su cuerpo, tomando finalmente una apariencia que pensó que no vería en el futuro cercano.
«…He vuelto». Cerrando los ojos un poco mientras se daba todo el tiempo necesario para aclimatarse y ajustarse a toda su fuerza regresando, Valyr pronto dejó escapar un suspiro bajo mientras una sonrisa aparecía en su rostro.