Whoosh!
Mientras se formaba un sol en miniatura sobre la punta del bastón de magia de Valyr, no fue sorpresa que la vista dejara a la anciana sin palabras, la energía que conformaba el hechizo en sí hizo que su boca quedara abierta.
—¿Qué en el…? —Justo cuando apenas logró reunir la fuerza para murmurar estas palabras, el joven lanzó el hechizo a un punto ligeramente alejado de donde estaban, dejando que la habitación recibiera todo el impacto de su poder.
Bang!
Esperando internamente que la habitación sufriera al menos un poco de daño por el ataque que lanzó, Valyr se sintió ligeramente decepcionado al descubrir que las palabras anteriores de la anciana eran ciertas.
No obstante, terminó sintiéndose satisfecho una vez vio que una parte considerable del suelo había adquirido un color ceniza debido a su hechizo, lo que le llevó a mirar a Rinea con una leve sonrisa en el rostro.
—Eso es suficiente, ¿verdad?