—Media jornada más tarde, incluso Rui empezaba a aburrirse un poco ya que había logrado recopilar casi todos los datos que quería —dijo, sin una pizca de vergüenza. Ni siquiera se dio cuenta de lo descarada que era la declaración.
—No se preocupen, me vengaré por todos ustedes —dijo—. Ni siquiera se dio cuenta de lo descarada que era la declaración.
—Kane, sin embargo, sí lo hizo, mirando a Rui de reojo con expresión escéptica—. No creo que tú, de todas personas, tengas derecho a decirles eso, ¿sabes?
—No sé de qué estás hablando —dijo Rui, levantándose.
—¿A dónde vas? —preguntó Kane.
—La lucha ha terminado, así que me voy a despejar la mazmorra, por supuesto, y asegurarme de que una rata no escape —respondió Rui.
—¿Rata? No, espera, ¿vas a despejarla inmediatamente? —preguntó Kane con una expresión de sorpresa—. ¿No deberías, no sé, prepararte más o algo así?