—¡Eh! —Kane lo sacó de su estupor—. ¿Estás escuchando?
—Ah, lo siento —suspiró Rui—. Me distraje con algo. Continúa.
—Presta atención —resopló Kane—. En fin, como te estaba diciendo. Solo después de eso recuperé el control total de mi cuerpo y mis reacciones que realmente comencé a probarlo contra el rayo. ¡Fue increíble! Era como si mi cuerpo no pudiera seguir el ritmo de mis nervios. Fue después de eso que tuve la brillante idea de mezclarlo con la técnica de la Velocidad de Dios. Tuve la sensación de que funcionaría, ya sabes.
Rui escuchaba atentamente mientras él describía su aplicación de fusionar la técnica de la Velocidad de Dios con su nueva técnica de rayo. Se dio cuenta de que realmente había bastante diferencia entre lo que estaban haciendo.