—Eres tan maduro. Y a tu edad también, interesante —ella sonrió ante esas palabras.
—Todos maduran eventualmente —Rui comentó con modestia.
—No me refería a eso, aunque también está eso, supongo.
Rui la miró con curiosidad.
—Tu Arte Marcial posee una profundidad que nunca he visto en ningún Escudero Marcial en toda mi vida —susurró mientras se acercaba, rodeándolo mientras lo evaluaba a pesar de tener los ojos cerrados—. Intrigante, de verdad.
Alcanzó hacia adelante, agarrando el brazo de Rui, levantándolo antes de dejarlo caer, casi como si fuera un juguete.
Rui, por otro lado, no estaba seguro de si sentirse incómodo o divertido.
—Tu Arte Marcial es sin forma —ella comentó—. Sin embargo, no eres un todoterreno. Tu estilo de combate cambia y cambia, como el agua en un río menguante.
—…
—¿Cuál es tu Camino Marcial? —ella preguntó con un dejo de curiosidad, mientras su voz suave pero profundamente potente se derramaba en su cuerpo.