Unos días pasaron mientras Rui seguía recopilando tanta información como fuera posible. Aunque el primer día más o menos le dio todo lo que quería, aún era mejor tener un sentido de la rutina antes de hacer su jugada. Había evaluado todos los medios posibles de entrada y los había segregado por la probabilidad de éxito.
Las soluciones menos viables eran el ingreso forzoso ya fuera por fuerza bruta o sigilo. Exploró todas las posibilidades, y simplemente no funcionaban.
Falsificar autorización también era demasiado turbio. Necesitaría de alguna manera obtener documentación auténtica y autorización de seguridad. Además, si tenían algún protocolo de verificación riguroso, estaría perdido. Engañar a esos protocolos estaba por encima de su paga y demasiado alejado de sus capacidades como Artista Marcial.