El aire se volvió solemne.
Rui necesitaba procesar lo que había oído.
Mentor Xanarn estaba en coma.
Por un breve momento, casi no supo exactamente cómo debía sentirse.
No se habían conocido por mucho tiempo, nueve meses como máximo. Habían tenido encuentros esporádicos de vez en cuando.
Disfrutaba de su compañía. Ella era una persona excéntrica con un sentido del humor sorprendentemente infantil para alguien de su edad y experiencia. Aun así, por alguna razón, él lo encontraba entrañable.
Esperaba con ansias los momentos que pasaba con ella, especialmente cuando se divertían juntos por la noche.
Su relación le proporcionaba una cálida intimidad física que calmaba su alma de una manera diferente a cualquier cosa que hubiera experimentado en ambas vidas.
Sin embargo, al enfrentarse a estas circunstancias, casi no sabía cómo sentirse.
Le dolió cuando Senior Sarak le contó lo sucedido.
Y, sin embargo, también había una nube de incertidumbre.