El Deseo de Sebastián

Un mes pasó volando desde que la reina le trajo a Max la semilla de la creación, pues durante un mes Max resistió la tentación de probar el poder de las semillas mientras estudiaba los riesgos y beneficios de usar la semilla.

En primer lugar, hizo que Sebastián pusiera un solo dedo sobre la semilla de la creación y comprobara cómo se sentía ya que, siendo el Verdadero Cobarde que era Sebastián, no realizó esta tarea directamente, sino que invocó a un muerto viviente para probar por él primero.

El muerto viviente que invocó era un durahal sin cabeza, una criatura verdaderamente monstruosa que la mayoría ni siquiera consideraba un monstruo humanoide, sin embargo, cuando el durahal puso su mano sobre la semilla de la creación, su cuerpo se transformó del de un no muerto sin cabeza a un hermoso varón rubio mientras que Max tuvo que desintegrar al instante al durahal en cenizas para prevenir futuras complicaciones.