Después de recibir un buen regaño de Naomi, a Max no le quedaba mucho para salvar la cara, ya que la atmósfera se volvía cada vez más incómoda mientras más tiempo pasaba en un mismo sitio sin decir una palabra.
—¿Volvemos adentro? —sugirió como una forma de salir de esa difícil situación y afortunadamente todos accedieron.
—Hahaha... —Max pronto escuchó a alguien resquebrajarse, era Severus y Sebastián caminando detrás de él haciendo gestos obscenos con las manos para sugerir que estaba 'jodido'.
A diferencia de sus lazos familiares, su amistad no se vio ni ligeramente afectada por los largos períodos de separación, pues con solo mirar las caras de Severus y Sebastián, Max sabía que esos bastardos no les importaba un carajo que se estuvieran encontrando casi después de una década.