—¿Qué me pasó? —preguntó Gabriel a Karyk.
Esperaba volverse más fuerte tras absorber la Sangre de Elzeiran, pero este cambio era demasiado drástico.
Ni siquiera él podía reconocerse ahora.
Habría creído si alguien le dijera que su alma había entrado en otro cuerpo. Lo que era más difícil de creer era que este era su cuerpo original.
—Se puede decir que has evolucionado a un ser superior —respondió Karyk. Ni él entendía por qué el cambio fue tan drástico.
—¿Cómo se siente convertirse en un verdadero Inmortal? —preguntó, revelando una sonrisa.
Aunque Gabriel lucía diferente, seguía siendo la misma persona. Por si fuera poco, Karyk había confirmado que verdaderamente tenía las características de un verdadero Inmortal.
No estaba mal decir que incluso si todos en esta guerra murieran, Gabriel aún podría sobrevivir.
Gabriel podía ser derrotado. Podía ser sellado, pero nunca podría ser asesinado.
—Vístete y sal a dar un paseo conmigo —le dijo Karyk.