—¿Qué necesitas de mí? —preguntó la Madre Ballena a Karyk.
—Necesito un método para liberarme de las restricciones de este mundo. Necesito algo que al menos me permita usar mis habilidades —respondió Karyk.
Aunque le dijo lo que necesitaba, no esperaba que ella supiera una respuesta. Todo era solo un paso para luego convencerla de que lo llevara a la Ciudad.
Sin embargo, para su sorpresa, la respuesta de la mujer no fue lo que esperaba.
—Algo que pueda liberarte de las restricciones... Creo saber qué podría ser.
—¿Sabes? —él preguntó.
—Si estoy pensando bien, entonces debe ser eso —asintió la Madre Ballena—. Es por esa Civilización.
—¿Hablas de los llamados Hijos del Cielo? —Karyk preguntó.
—No hablo de ellos —negó con la cabeza la mujer—. Son fuertes, pero incluso ellos no podrían hacer algo así.
Ella sabía con qué clase de existencia había luchado Karyk, solo por esa esencia.