Karyk saltó dentro del pozo, el cual se sentía extremadamente profundo cuando estaba ahogándose dentro de la ilusión del pasado. Pero al aterrizar en el fondo del pozo, se sorprendió al descubrir que no era tan largo como pensaba.
El pozo tenía solo alrededor de treinta pies de profundidad. Chasqueó los dedos y creó la fuente de luz a su alrededor. Bajo la luz de las llamas, observó las paredes del pozo.
Pudo ver que alguien había arañado las paredes, destruyendo una gran parte de ellas. Había algo claramente borrado de la pared, a la fuerza.
Tocó las marcas profundas en la pared que hacían imposible ver qué había ocurrido en este lugar en el pasado. —¿Sería esa cosa la razón de esa sangre? —se preguntaba.
—¿Qué estabas tratando de esconder?
Podía sentir que las paredes de este pozo eran extremadamente duras. Incluso dejar un pequeño rasguño en la pared no era tarea fácil, pero alguien había destruido un gran pedazo de la pared. No podía ser sin razón.