Karyk flotaba sobre él, su guadaña goteando con la sangre del Titán.
El Titán extendió una mano temblorosa, como si intentara agarrar algo, cualquier cosa, pero no le quedaba fuerza. Su visión se oscureció.
La sombra de Karyk lo envolvió, haciendo que su cuerpo entero desapareciera en la oscuridad, dejando atrás solo la cama manchada de sangre del gigante.
La habitación, una vez llena de los rugidos del Titán, ahora estaba absolutamente silenciosa. El dueño de la habitación había muerto, sin que nadie lo supiera.
Por ahora, la habitación pertenecía a Karyk, quien aterrizó en la cama. Mientras su abismo devoraba el cuerpo sin vida del Titán, los recuerdos del Titán se transmitían a él.
Entre los recuerdos, había muchas cosas útiles, especialmente relacionadas con el idioma de este mundo. También logró aprender qué tipo de mundo era este.
Pudo confirmar que los Titanes estaban verdaderamente relacionados con los Ángeles.