Una bestia gigante saltó de la sombra de Karyk, teniendo el mismo tamaño y forma que el Lobo Gigante que él había matado. La única diferencia era que no tenía huesos, ni siquiera carne.
La bestia estaba hecha puramente de la esencia de la muerte, que cobró existencia tras devorar al lobo muerto.
Karyk saltó y aterrizó en el lomo de la bestia no muerta que empezó a correr sobre la lava, completamente inafectada.
No tenía sentido del dolor. Y aun si se lastimaba, aún podía sanarse mientras la esencia de la muerte siguiera conectada con el abismo de Karyk.
El Lobo de Sombra corría sobre el mar de lava que se había formado alrededor de Karyk, alcanzando pronto la tierra que la lava aún no había alcanzado.
En el camino, Karyk vio otra criatura gigante. Era una serpiente que estaba enroscada alrededor de una montaña, durmiendo.
No muy lejos de él, había señales de batalla. Era como si la Serpiente Gigante hubiera luchado contra algo, y al final había ganado.