—La lanza se estrelló hacia abajo. Los otros Señores solo pudieron mirar cómo la lanza atravesaba el cuerpo de Karyk por la mitad, golpeando su núcleo.
—El cuerpo se partió en dos, con cada mitad cayendo en una dirección distinta. El Señor de la Muerte había tenido éxito pero no parecía del todo satisfecho.
—Simplemente miró el cuerpo de Karyk cayendo a ambos lados con la lanza clavada en el medio del suelo.
—Justo cuando el cuerpo de Karyk estaba a punto de tocar el suelo, se convirtió en pequeños puntos oscuros de luz que se volvieron nada frente a los ojos de los Señores.
—Eso fue...?
—Los otros Señores también oscurecieron sus expresiones al darse cuenta de lo que acababa de suceder. Se miraron entre sí incrédulos.
—Por favor no me digas que es lo que pienso —preguntó el Señor del Espacio al Señor de la Muerte, que caminó hacia la lanza, recogiéndola.