—¡Él viene! —Los miembros del grupo se arrodillaron en cuanto sintieron la presencia.
—Uno de ellos agarró la mano de Karyk, tratando de tirar de él hacia abajo para recibir al descendiente del Señor del Tiempo.
—Para su sorpresa, no pudo mover a Karyk ni un centímetro. Karyk seguía de pie, con ganas de encontrarse con el descendiente del dios que lo perseguía.
—¿Qué haces? ¡Tienes que ser respetuoso con el Joven Señor! ¡Arrodíllate si no quieres sufrir!
—Intentaron convencer a Karyk, pero se negó a arrodillarse. Ya había visto a su objetivo. Ya no necesitaba seguir fingiendo.
—Liberó su mano y comenzó a caminar hacia la distante figura sombría.
—¡Ese tonto nos va a matar también! ¿Ni siquiera lo hemos presentado y ya se está acercando al Joven Señor como un extraño? ¿Realmente vas a permitir que esto suceda?
—La chica observó con incredulidad cómo Karyk se alejaba.