—Pero, joven amo... —La guardia estaba visiblemente alterada—. El Señor Chronos siempre ha evitado tales compromisos. Es... es contrario a sus prácticas habituales. ¿Está seguro de esto?
Karyk hizo un gesto despectivo con la mano. —Los tiempos cambian, ¿no es así? Además, yo no soy mi padre. Tengo mis propias razones para aceptar. Considéralo una misión de reconocimiento de lo que está por venir.
No elaboró más, dejando a la guardia ponderar en su confusión. Karyk ya había comenzado a formular un plan. Como ya había aprendido que no había Éter, finalmente podía centrar su atención en sí mismo.
La Capital Real era el núcleo del universo, un lugar donde la información fluía libremente. También era el lugar donde se sostenía la verdadera autoridad. Y si era un banquete, eso significaba que otros de las demás grandes familias asociadas con los Reales también vendrían.