Karyk fue llevado al interior del Gran Palacio, el cual estaba rodeado por una miríada de formaciones amenazantes. Sus sentidos se habían vuelto más fuertes después de consumir a Chronos, lo que le permitía sentir las fluctuaciones de la formación asesina. Cada una de estas formaciones parecía lo suficientemente fuerte como para borrar completamente la existencia de una persona.
—Tu Emperador es realmente cauteloso. Ni siquiera nosotros tenemos tantas formaciones asesinas en casa —comentó Karyk, con la mirada moviéndose de un lugar a otro como un niño curioso.
Para una persona ignorante, parecía un tonto ingenuo que se asombraba de la grandeza del palacio y miraba alrededor, pero los Ministros sabían que cada lugar que él observaba, tenía una formación tallada allí.
—Este es el Palacio del Gobernante. Es normal tener tales mecanismos —el Ministro respondió con incomodidad, sintiéndose un poco incómodo de que un niño pudiera ver a través de los mecanismos de seguridad.