—Su Majestad, usted es el Emperador de este Gran Imperio. Sin embargo, apenas lo vemos sentado en el trono. Siempre está en su oficina cada vez que lo vemos.
—¡Jajaja!
—Desde el principio, me di cuenta de que sentarme en el trono no es lo mío —sentarse en el trono no era lo suyo—. La manera de hacer las cosas de Aditya es muy diferente.
A diferencia de otros Emperadores que se sientan en sus grandes tronos dorados con una copa de vino en la mano, flanqueados por sirvientas que les sirven frutas y bocadillos mientras los funcionarios y ministros presentan sus problemas uno por uno, Aditya había logrado manejar todo eso en mucho menos tiempo, directamente desde su oficina.
—Además, trabajar desde mi oficina es mucho más productivo ya que me permite hacer las cosas más rápido —no hay necesidad de que todos los funcionarios, ministros y audiencias vengan frente al Emperador—. Este método tradicional consume demasiado tiempo para alguien como Aditya.