—¿Cuánto costará añadir este producto a mi replicador personal a bordo de la Nave Envío? —suspiró ella, mirando el latte de frambuesa que se había convertido en la nueva bebida favorita de todo el contingente Innu a bordo de la nave.
—Un segundo, puedo acceder a esos datos. Una licencia unitaria, no transferible y para uso no comercial cuesta doscientos créditos según el esquema de precios estándar de la Alianza para productos alimenticios personalizados. Aunque yo esperaría, porque creo que la Envío obtendrá una versión para toda la nave antes de que regrese. No puedo verla permitiendo estar a años luz de su nueva bebida favorita.
El asistente sonrió con suficiencia cuando Max terminó la oración. —Será una batalla cuesta arriba. Los demás están trabajando para evitar que haga exactamente eso, usando las reglas de malversación de fondos públicos. Pero ella es increíblemente rica por derecho propio, así que no podrán retrasarla mucho una vez que decida hacerlo con su propio dinero.