755 Bienvenidas distracciones

Max sonrió a las dos empleadas y luego miró dentro de la tienda. —Ha sido un placer volver a verlas, pero necesitamos atuendos para un evento esta noche, y de verdad deberíamos continuar con eso.

La tienda era una de las mejores tiendas de lencería de la ciudad, pero Max se sorprendió al ver que no solo ofrecían ropa exclusivamente femenina. Había una amplia gama de ropa interior masculina en telas de alta tecnología, como las capas base militares que mantenían un ambiente casi perfecto en el interior, así como artículos más convencionales, como seda o algodón.