—Maldición, si así es como mantienen los túneles, no es de extrañar que los pequeños alienígenas les tengan terror. Parece algo sacado de una historia de terror —observó Khan mientras examinaba los daños de uno de los Cazadores heridos.
—Eso lo hace aún más interesante, ¿verdad? Ahora tenemos que preocuparnos por ser asesinados y por atrapar algo que la ciencia ni siquiera ha nombrado —bromeó Nico, devolviendo la tos seca de la Cazadora herida.
—La lesión es bastante menor, pero hay costillas rotas. Dale al dispositivo médico unos segundos, y podrá solucionarlo. Repararemos tu armadura una vez que estés sanado, y podrás tomar el primer puesto. Buen trabajo en la embestida —felicitó Khan a los miembros de su equipo.
Max levantó la mirada cuando escuchó chapoteos y el sonido de metal golpeando desde el pasillo mientras dudaban.
—Segunda fila, adelante y aseguren las siguientes habitaciones a lo largo de estos tres túneles —ordenó Max, poniendo a todos en movimiento nuevamente.