—Buenas tardes, mi nombre es Nala, y seré su guía esta tarde por las áreas del mercado. Por favor, avísenme si hay algo en particular que quieran ver o un producto que les gustaría comprar que no esté en las tiendas de la calle principal, y veremos qué podemos hacer para ayudarlos —una joven delgada con el cabello rubio recogido en un moño apretado saludó a Max y Nico unos minutos más tarde.
—Yo soy Max y él es Nico —Max respondió, y luego le mostró a ella la señal de mano local para el Mercado Negro, la cual había extraído de su mente solo segundos antes.
Su sonrisa se volvió imposiblemente más amplia, y felizmente cruzó la plataforma de aterrizaje.
—Solo síganme, y tendremos una maravillosa experiencia de compras hoy —anunció.
La siguieron cruzando la plataforma de aterrizaje y bajando por un túnel de servicio lateral mucho más pequeño que aquel por el que había pasado el buggy de carga. Descendía en una empinada rampa,