¡1165 PODER!

Mientras la mayoría del equipo de drones exploraba la cresta, cuatro de los drones más pequeños se separaron para traer los restos congelados de la tripulación de la cresta para su examinación y un entierro adecuado. Podrían haber estado muertos por más tiempo del que Kepler Terminus tenía registrado en la historia, pero Max aún sentía una conexión con estos valientes soldados, y no tenía intenciones de dejarlos perdurar en el espacio olvidado para siempre.

El equipo en la cresta no perdió tiempo en conectarse a la fuente de alimentación, suministrando el voltaje y la frecuencia conocidos de la nave a las consolas en un intento de activarlas. Con un poco de suerte, aún estaría el último mensaje del Capitán guardado en una de ellas, como era la práctica estándar en la memoria de Max.