Dejando atrás un regalo precioso

—¿Quieres ir a Elíseo? —preguntó Lux.

Ampelos asintió. —Sí.

—¿Por qué?

—Digamos que es hora de buscar pastos más verdes, si sabes a qué me refiero.

El Sátiro le mostró a Lux una sonrisa cautivadora, al ver la cual el Semielfo sintió ganas de darle una paliza.

Cuando el Sátiro dijo que quería ir a pastos más verdes, quería decir que quería comenzar su notoriedad en Elíseo, y esto era algo con lo que Lux definitivamente no podía estar de acuerdo.

Ya sabía lo lascivos que eran estas criaturas y el peligro que podrían representar para los Elisios si se les daba la oportunidad de salir del Abismo.

—Sé lo que estás pensando —dijo Ampelos—. Mis hombres y yo nos hemos reformado. No haremos nada indecente cuando lleguemos a Elíseo, te lo prometo.