No puedo ser tan descarado, ¿verdad?

Cuatro días después de que Eiko, Fei Fei y el Capitán Jack Spawow llegaran al Cementerio del Rey del Mar…

—¿Podéis ver eso, Eiko, Fei Fei? —el Capitán Jack Spawow señaló la isla frente a ellos.

—¡Aye!

—¡Yar!

El Capitán Jack Spawow sonrió ampliamente. —Ese es el Enclave Pirata. Estoy seguro de que ambos querríais explorarlo, pero lo mejor es que no os aventuréis solos. O os acompaño yo, o permitís que Jibbs vaya con vosotros. Estos son tiempos complicados, Queridos. Todo el mundo está nervioso, y no queremos que esos rudos Piratas os molesten, ¿de acuerdo?

Eiko y Fei Fei se miraron el uno al otro antes de asentir con la cabeza.

—¡Aye, Capitán!

—¡Aye!

Jack Spawow suspiró aliviado internamente.

La verdad sea dicha, no estaba nada preocupado por la seguridad de las dos Babosas Bebé.

¡Al contrario, le preocupaba más la seguridad de los Piratas que pudieran antagonizar a Eiko y Fei Fei!