Probando la Fruta Prohibida [Parte 4]

Aurelia sintió su corazón fundirse mientras compartía un dulce y gentil beso con Lux.

Este era su primer beso, y era todo lo que quería, pero ella ansiaba más.

Al verla relajada después de ser besada, el Medio Elfo decidió besarla más, calmando el ardiente deseo que ya había echado raíces en el cuerpo de Aurelia.

Cuando sus labios se separaron, Aurelia finalmente pudo tomar aire. Casi había olvidado cómo respirar porque su mente se quedó en blanco después de ser besada repetidamente por el hombre que ocupaba un lugar especial en su corazón.

De repente, las manos de Lux se movieron para quitarle la ropa.

Aurelia parecía estar en un ensueño y no se resistió, permitiendo que el Medio Elfo hiciera lo que quisiera.

Sin embargo, en el momento en que su mirada se posó en su pecho, Aurelia inmediatamente los cubrió con una expresión ruborizada en su rostro.

—No mires —dijo Aurelia—. Son pequeños.

Lux sonrió e intentó apartar su mano de su pecho, pero ella no cedió.