Lux, Cai, Keane, Gerhart y Cethus se encontraban actualmente en Pueblo de la Hoja, hablando con la Abuela Annie, quien acababa de terminar su sesión de fabricación de píldoras.
—No esperaba que ocurriera tal cosa —suspiró la Abuela Annie después de escuchar la historia de Lux.
Las hermanitas de Sid, Laura y Livia, estaban sentadas junto a la Abuela Annie y acariciaban a sus limos bebés, Cora y Nora, con sonrisas en sus rostros.
—Entonces, ¿qué planeáis hacer ahora? —preguntó la Abuela Annie—. ¿Vinisteis a Pueblo de la Hoja porque aún tenéis asuntos pendientes?
Lux asintió. —Se podría decir eso, Abuela Annie. Estoy aquí por venganza.
—¿Venganza? —La Abuela Annie frunció el ceño—. Ah… habláis de ellos.
—Así es —Lux sonrió con malicia—. Hablo de ellos.
Había una organización que había hecho la vida de Lux muy difícil en el Reino de Gweliven.
Era nada menos que Lluvia Crepuscular, el Gremio Oscuro que había enviado asesinos a matarlo cuando él todavía era un Apóstol.