El Castillo del Reino de Ashina ardía en un mar de llamas bajo la mirada indiferente de Eiko.
A diferencia de su papá, ella era alguien que no parpadearía al destruir un reino entero y a su gente.
Era un monstruo, y estaba en su naturaleza ser despiadada.
Sin embargo, ya que fue criada por Lux e Iris, aún le quedaba un poco de compasión.
Pero, al final del día, no era tan compasiva como su papá.
Después de capturar al rey, y de matarlo frente al príncipe Lionell, Eiko procedió a exterminar toda su línea de sangre.
Poseidón también bombardeaba la ciudad con sus ardientes balas de cañón, convirtiendo todo lo que tocaban en un infierno llameante.
Primero empezaron en el castillo, y luego gradualmente hicieron que el fuego se extendiera.
La propagación de las llamas no era tan rápida, porque Poseidón controlaba deliberadamente el alcance de la destrucción que estaba infligiendo a la ciudad.