Una semana dichosa había pasado en Elíseo, permitiéndole a Lux pasar un tiempo de calidad con sus amantes.
Sin embargo, él sabía que Valerie, Ali y Ari no podían quedarse por mucho tiempo, y el día de la despedida había llegado una vez más.
—Te amo —dijo Valerie mientras le daba a Lux un abrazo—. Intentaré encontrar otra oportunidad para escabullirme del castillo para verte.
—Yo también te amo —respondió Lux mientras le correspondía el abrazo y le acariciaba la cabeza—. Espero con ansias verte de nuevo.
Después de que su abrazo terminó, ahora era el turno de Ali y Ari para decir sus adios.
Las dos hermosas doncellas no se contuvieron y besaron los labios de Lux, asegurándose de que no las olvidaría pronto.
—Come a tiempo, duerme a tiempo, y piensa en mí a tiempo, ¿vale? —dijo Ali cuando su beso terminó.
—Lo haré —respondió Lux con una sonrisa.
—En cuanto a mí, deberías pensar en mí todo el tiempo —dijo Ari antes de sostener la cara de Lux para besarlo.