La mente olvida, pero el corazón siempre recordará [Parte 3]

Después de la reunión, Aurora y Lux se retiraron a la habitación temporal de la joven en la Academia Barbatos.

Por supuesto, Eiko fue con ellos porque tenía muchas historias que contarle a su Papá.

Lux escuchó atentamente todas ellas, y no pudo evitar sonreír por lo animada que se veía Eiko cuando comenzó a contarle cómo luchó contra los Señores Abismales y cómo protegió a la Federación Ford de sus ataques.

Incluso compartió con él la historia de cómo el Rey de la Nación Insular de Torsteinn suplicó por su ayuda para repeler al Ejército Abisal que había llegado a sus fronteras.

—¡Pa!

—Eres increíble, Eiko.

—¡Pa!

—Buena niña. Lo hiciste bien.

El Bebé Slime se rió después de recibir el elogio de su Papá. Realmente extrañaba a Lux, y no quería separarse de él por el momento.

Mientras no ocurriera nada drástico en los territorios bajo su control, Eiko planeaba quedarse con Lux, hasta que estuviera satisfecha.