De camino a casa, Ren optó por dar un paseo tranquilo por las calles de la ciudad, permitiendo que el ritmo de sus pasos limpiara su mente y proporcionara espacio para la contemplación.
Caminar resultó terapéutico, ofreciéndole a Ren la oportunidad de reflexionar sobre muchos aspectos de su vida.
Afortunadamente, su cuerpo mejorado demostraba una notable resistencia a las altas temperaturas, lo que le permitía deambular como si fuera simplemente un típico día de primavera.
Mientras caminaba, Ren reflexionaba sobre la idea de compartir las revelaciones de Joker y Angélica con los demás.
Tal vez demostrar sus habilidades ayudaría a convencerlos, pensó.
Después de todo, confiaban en él implícitamente, sabiendo que no era de los que bromeaban sobre asuntos serios, incluso si la información rozaba el reino de la incredulidad.
No obstante, persistía la posibilidad acuciante de cómo reaccionarían al saber sobre el inminente fin del mundo y la necesidad de evolucionar para sobrevivir.