EL INICIO

Evie se paró en la azotea, su mirada fija en la vasta ciudad que se extendía ante ella, desprovista de emoción.

Había llegado a su destino —una Tierra paralela a la suya, un mundo de Rango-D destinado a un apocalipsis inminente.

Según su inteligencia, este mundo sucumbiría a un brote de virus mortal, que finalmente llevaría a la caída de la humanidad.

Aún así, tales asuntos no la concernían; su cuerpo evolucionado era inmune a los virus y todas las formas de guerra bioquímica. Las temperaturas extremas tampoco tenían poder sobre ella.

En un mundo de Rango-D, las criaturas mutadas eran relativamente más débiles, lo que lo hacía el terreno de caza perfecto para acumular Puntos de Crédito.

Pero había otra razón por la que había escogido este mundo —la posibilidad de encontrarlo A ÉL aquí.

Bajo el manto de la noche, con la luna proyectando su resplandor etéreo, Evie saltó de azotea en azotea, moviéndose rápida y silenciosamente hasta que llegó a un balcón, donde robó una túnica.