La flor marchita

Los años pasaron en un abrir y cerrar de ojos.

Nial había regresado de su segundo viaje a la Dimensión de los Monstruos hace tiempo, y también había regresado al palacio real.

Se sentía un poco extraño regresar al palacio real en aquel momento porque no estaba acostumbrado a la atención que todos le prestaban.

Todo el mundo intentaba complacerlo, lo que debería ser genial.

Sin embargo, hacía que Nial Lacardia se sintiera como si estuviera asfixiándose.

Había estado dudando de sí mismo y de su vida en el Vacío Empíreo de Lacardia, solo para ser lanzado en medio de masas de atención cuando más quería estar solo.

La noticia de la evolución de su Primer Familiar ya se había difundido, y también la información de que Goldy probablemente evolucionaría a un Dragón Verdadero.

El Dragón de la Inundación Golmmian de Divaro ahora medía más de 100 metros y Goldy se había vuelto lo suficientemente fuerte como para enfrentarse a los familiares de la mayoría de los Invocadores.