cristal de energía

Charles estaba tomando notas en un cuaderno que sostenía, mientras miraba al Hombre-montaña dormido. De vez en cuando murmuraba para sí mismo, como si especulara sobre la efectividad de ciertos tratamientos.

Solo cuando Leo se le acercó y tosió, como si se aclarara la garganta, Charles se dio cuenta de que alguien había llegado.

—Espero no molestarte, pero pensé en presentarme. Mi nombre es Leo, soy el dueño de la tienda Guarida del Gamer. Es un placer conocerte. He escuchado cosas excelentes sobre tu experiencia en medicina.

—Todavía tengo mucho que aprender —dijo Charles humildemente, aunque parecía que realmente lo decía en serio—. El dilema de cómo tratar al Hombre-montaña realmente lo desconcertaba, ya que su tamaño era un factor importante en cada método de tratamiento que podía imaginar. En última instancia, sin ninguna cultivación, sus métodos eran extremadamente limitados.